Conozca la historia de esta reserva natural ubicada en Palmira
Históricamente se ha hablado de la importancia de las crisis como puntos de quiebre para marcar un antes y un después. Pues bien, la Reserva Natural Nirvana es un claro ejemplo de ello, pues pasó de ser una hacienda cafetera a un paraíso dedicado a la conservación del bosque subandino de los Andes Centrales del Valle del Cauca.
En el municipio de Palmira, concretamente en el corregimiento de La Buitrera, se esconde un tesoro de la preservación y el cuidado de los recursos naturales del Valle del Cauca: la Reserva Natural Nirvana. Ahí, desde hace más de 40 años, la fauna, la flora y las fuentes hídricas de la región convergen en un ambiente de protección, cuidado y conservación.
Federico Botero, administrador y propietario de la Reserva, explica que Nirvana nació a partir de una crisis, pues, “antes fue una hacienda cafetera, pero en 1.996 con la llegada de la roya y la broca se acabaron los cafetales y ahí nació la idea de disponer este territorio como un espacio que propendiera por la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente”. De esta manera, a partir de ese momento se decidió enriquecer la tierra con especies en vía de extinción que habían sido taladas de manera irracional en el pasado.
Ahora bien, en cuanto a las bondades que ofrece actualmente la reserva para todos aquellos que la visiten, Botero asevera que podrán vivir una experiencia de turismo natural y contemplativo gracias al recorrido ecológico que se realiza por los diferentes senderos en los que encontrarán desde anturios, heliconias y bromelias endémicas del país, hasta majestuosos e imponentes árboles testigos del tiempo.
“Adelantamos también proyectos de restauración del comino crespo, una de las maderas más finas de América Latina y conocido como el oro vegetal”, añade Federico, dando cuenta del compromiso que desde la reserva se tiene con cada una de las especies naturales y con su historia y tradición.
Así pues, locales y turistas que visiten este espacio podrán ser testigos de los diferentes procesos que se adelantan en cada rincón de Nirvana. Uno de ellos, por ejemplo, relacionado con el jardín botánico equipado al menos con 80 especies de Bromelias, 30 de palmas, 50 de Anturios y 40 de Heliconias, lo que permite además de embellecer los entornos no boscosos de la reserva, generar bancos genéticos y reservorios de estas especies.
Por otra parte, gracias al exitoso proceso de restauración y conservación que desarrollan en la reserva, el bosque ha podido establecer un ambiente y un entorno adecuado para un sinnúmero de animales. “Contamos con la fortuna de presenciar a más de 250 especies de aves, 15 de mamíferos medianos y grandes, 10 de anfibios, 8 de reptiles y miles de insectos. Entre las aves más interesantes contamos con el Trogón Collarejo (Trogon collaris)”.
Definitivamente, esta reserva ratifica las razones por las cuales Santiago de Cali, y por lo tanto, la región en general, recibieron el honor y distinción de ser sedes de la COP16 de Biodiversidad 2024. “Tenemos un inventario de biodiversidad muy amplio y estamos trabajando en la recuperación de especies en vía de extinción que son únicas para esta cordillera”.
En esa medida, la Reserva Natural Nirvana, ubicada a 45 minutos del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y a 15 minutos de Palmira, tiene las puertas abiertas para todos aquellos que deseen vivir una experiencia única y maravillosa en todo el sentido de la palabra, pues además de tener una inmersión total en la naturaleza, podrán deleitar sus paladares con la exquisita comida que ahí se ofrece.
“Nadie debería perderse esta experiencia y la oportunidad de venir a este espacio, pues debemos conocer más lo nuestro. Colombia es el país más biodiverso del mundo y tenemos que apropiarnos de lo que tenemos y darle el valor que se merece”, concluye Federico.
